Cuando aprendemos Reiki y hacemos de esta practica parte de nuestra vida entendemos que toda curación lleva consigo un cambio de actitud ante la vida.
En este aspecto los principios dejados por el Dr. Mikao Usui para ser transmitidos representan pautas de comportamiento que practicándolos de manera constante poco a poco vamos sustituyendo estos pensamientos y sentimientos negativos que nos generan conductas inapropiadas por respuestas más relajadas y es que al integrar estos principios en todo nuestro ser nos convertimos en personas más relajadas, sonrientes, nuestras relaciones personales, profesionales y familiares mejoran considerablemente, integrándonos mejor al grupo y al entorno. Somos emocionalmente más estables, nos vemos mejor porque vemos mejor la vida y la disfrutamos.
Uno de los Cinco Principios Reiki es: SOLO POR HOY NO TE ENOJES, y es que la ira, enojo, agresividad y demás emociones destructivas a las que nos enfrentamos diariamente, involucrándonos en situaciones donde al parecer la única respuesta posible es la violencia, debido a nuestro afán de querer controlar y dominar todas las situaciones en las que somos los protagonistas. Cuando esta situación escapa de nuestro control y no podemos manejarla a nuestra conveniencia nos sentimos tensos , irritados, molestos y en la mayoría de los casos estallamos.
Es en este momento donde debemos poner en práctica este principio Reiki, un buen consejo: contar hasta diez, respirar profundamente antes de responder estos minutos nos permitirán relajarnos y encontrar la mejor solución al problema planteado. Debemos tener presente que toda situación adversa que se nos presenta se originó por una causa que produce un efecto y es una enseñanza necesaria para evolucionar personal, emocional y espiritualmente y que cada una de estas situaciones.
Es importante que tengas presente La Ley del Espejo Universal y el Karma que dicen: Los demás reflejan nuestras propias características y depende de lo que reflejan los otros lo que tenemos que trabajar en nosotros. Así que no culpes a los demás, ni busques los motivos de tu ira en causas externas a ti. Sólo están en tu interior y debes trabajarlas internamente para superarlas.
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