La auriculoterapia usada para reforzar o complementar un determinado tratamiento médico es excelente. Esta un técnica trabaja estimulando zonas reflejas que existen en las orejas, bien sea con agujas o aplicando pequeños balines que se adhieren mediante parches autoadhesivo.
Para la medicina oriental la oreja es un verdadero holograma, si tenemos presente el concepto de que "el todo está en cada una de las partes" y en "cada parte se encuentra reflejado el todo". Entonces la oreja no es un órgano aislado sino que está en íntima relación con nuestros órganos internos.
Cuando existe una alteración en cualquier parte del organismo se produce en su punto correspondiente en la oreja un cambio en cuanto a sensibilidad. Porque todo órgano está reflejado en la misma. El punto se vuelve entonces doloroso a la palpación y la presión y se produce una alteración de su conductividad eléctrica observándose un aumento o disminución de su potencial respecto de las zonas situadas alrededor del mismo. Es decir, solamente cuando una estructura anatómica o funcional del organismo abandona su equilibrio fisiológico aparecen en la oreja unos puntos sensibles a la presión que, a la vez, manifiestan una alteración en sus parámetros eléctricos.
Esto permite una localización fácil del punto alterado y poder tratarlo mediante estímulos que corrijan la información patológica gracias al sistema reflejo establecido desde la oreja hasta al sistema nervioso central y de éste hacia todas las zonas del organismo.
Por esta razón el hecho de que los puntos auriculares sólo existan en situaciones de alteración patológica facilita que puedan ser utilizados con una intención terapéutica. Y si es cierto que "un buen diagnóstico es la mitad de una curación" no cabe duda de que la Auriculoterapia es una alternativa que deberemos tener siempre en cuenta.
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