¿Quién no conoce las bondades terapéuticas de la Aromaterapia?
Los ACEITES ESENCIALES son un regalo de la Madre Naturaleza utilizado por nuestros antepasados; dado que la Aromaterapia era un elemento obligatorio en las grandes ceremonias y Rituales de muchas civilizaciones antiguas. Nos damos cuenta que los olores siempre han tenido relación con la divinidad. Los tres Reyes Magos le ofrendaron al niño Jesús además de oro, incienso y mirra. En Egipto era frecuente su uso en la medicina, en la cosmética y para el embalsamamiento de cuerpos, ya que poseían propiedades bactericidas y antisépticas. Pruebas de ello, las reseñas encontradas en papiros sagrados. El incienso por ejemplo calma el estrés físico y nos conecta con la conciencia del alma.
Los ACEITES ESENCIALES son "el alma de la planta" ellos manifiestan la Fuerza Universal concentrando la energía del Reino Vegetal para ayudarnos a través de sus propiedades sanadoras y armonizadoras.
Ellos actúan en nuestro patrón de conducta (Cuerpo-Mente-Espíritu), a través del olfato, conectándonos con el sistema límbico (donde se encuentra el centro de las emociones), que se estimula con los diferentes olores, permitiendo al cerebro incrementar la secreción de ciertas sustancias que estimulan, tranquilizan y alivian dolencias específicas y absorbiendo las energías negativas de nosotros mismos y de nuestro entorno.
Debido a que el sentido del olfato es vital en nuestra vida cotidiana, es bueno recordar que Un olor puede despertar ciertas emociones a través de esa memoria asociativa de aromas y situaciones, podemos evocar a una persona, un periodo de la vida, lugares, vivencias del pasado, etc. Los aromas trasmiten distintos mensajes de muy variadas maneras. Está en cada uno la forma de traducirlos de acuerdo con la memoria olfativa y lo vivido en cada momento. Los aromas, además de retrotraernos a vivencias pasadas pueden ayudarnos a lograr un equilibrio emocional, contrarrestando el gran mal de nuestra época “El Stress”.
La Aromaterapia no es sólo una terapia basada en olores, sino que existen numerosas formas de aplicación, puesto que no sólo los olores ayudan, sino la carga energética y los componentes químicos que forman parte de su estructura molecular.
La forma y el momento de uso usted la decide: inciensos, sahumerios, cremas, lociones, emulsión, cataplasma, ungüentos, masajes, compresas, inhalación, ambientadores, baños. etc. Inténtelo su cuerpo se lo agradecerá
Hasta Pronto...
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