6.El principio de CAUSA Y EFECTO «Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su
causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que
se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada
es-capa a la Ley.»
Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y
toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre
conforme a la Ley. La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos
planos de causas y efectos, dominando los superiores a los inferiores, aun así
ninguno escapa totalmente a la Ley. Los hermetistas conocen los medios y los
métodos por los cuales se pude ascender más allá del plano ordinario de causas
y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se
convierten en causas en vez de efectos. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas
por el medio ambiente que las en-vuelve o por los deseos y voluntades de los
demás, si éstos son superiores a las de ellas. La herencia, las sugestiones y
otras múltiples causas externas las empujan como autómatas en el gran escenario
de la vida. Pero los Maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan
sus modalidades, sus caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio
ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de
ser los dirigidos. Ayudan a las masas y a los individuos a divertirse en el
juego de la vida, en vez de ser ellos los jugadores o los autómatas movidos por
ajenas voluntades. Utilizan el principio, en vez de ser sus instrumentos. Los
Maestros obedecen a la causalidad de los planos superiores en que se
encuentran, pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio
plano. En lo dicho está condensado un valiosísimo conocimiento hermético: que
el que sea capaz de leer entre líneas lo descubra, es nuestro deseo.
7.El principio de GENERACIÓN «La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.»
Este principio encierra la verdad de que la generación se manifiesta en
todo, estando siempre en acción los principios masculino y femenino. Esto es
verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el
espiritual. En el mundo físico este principio se manifiesta como «sexo», y en
los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste
siempre el mismo. Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin
este principio. La comprensión del mismo ilumina muchos de los problemas que
tanto han confundido la mente de los hombres. Este principio creador obra
siempre en el sentido de «generar», «regenerar» y «crear». Cada ser contiene en
sí mismo los dos elementos de este principio. Si deseáis conocer la filosofía
de la creación, generación y regeneración mental y espiritual, debéis estudiar
este principio hermético, pues él contiene la solución de muchos de los
misterios de la vida. Os advertimos que este principio nada tiene que ver con
las perniciosas y degradantes teorías, enseñanzas y prácticas, que se anuncian
con llamativos títulos, las que no son más que una prostitución del gran
principio natural de generación. Tales teorías y prácticas no son más que la
resurrección de las antiguas doctrinas fálicas, que sólo pueden producir la
ruina de la mente, del alma y del cuerpo, y la Filosofía Hermética siempre ha
alcanzado su verbo de protesta contra esas licencias y perversiones de los
principios naturales. Si lo que deseáis son tales enseñanzas, debéis irlas a
buscar a otra parte: el hermetismo nada contiene sobre ellas. Para el puro
todas las cosas son puras; para el ruin todas son ruines.
Cada uno de estos principios esta explicado de manera mas
extensa en los siguientes en el libro *Tomado de
EL KYBALION (Por Tres Iniciados).
También
puedes consultar el libro Metafísica para los nuevos tiempos capitulo III,
páginas 41-70 de Carmen Santiago
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